por Elena Branco (21/02/2008)
El verano de 2001, la banda colaboró en el Festival Plaza celebrado en Kursaal (Donosti), ofreciendo un espectáculo multidisciplinar en el que se trabajó alrededor de la idea de un día cualquiera en cualquier lugar. Los textos fueron elaborados expresamente por Martxel Mariskal, y sobre el escenario pudieron verse, además de los instrumentos habituales de la banda, un chelo y un saxo.
De este espectáculo de una hora de duración, nace el EP que publica Acuarela el año siguiente, y que se limitó a tres de los temas que formaron parte del evento. Por otro lado, en el recopilatorio del gaztetxe de Gasteiz, podemos encontrar otro de los temas que pudieron escucharse en Kursaal en junio de 2001.
Este trabajo, cuyo título se traduce por “Un Día en Cualquier Parte”, se presenta a modo de tríptico, dos canciones con el habitual sonido Lisabö a los extremos ("Gau minean" y "Argiaren begietan"), que encierran otra mucho más experimental ("Goiz euria").
Se abre el disco con un tema ascendente, en el que los instrumentos se van solapando y las voces pasan del susurro al grito, a través de un desarrollo moroso y sucesivo, cercano a las coordenadas del post-rock. A continuación se introduce abrupta "Goiz euria", canción que, sin ascensos ni descensos, se mantiene claustrofóbicamente estable, con las dos voces sostenidas sobre la falsilla rítmica de la batería. Las atmósferas se encabalgan suavemente sobre el último corte, "Argiaren begietan", en el que Lisabö recuperan su pulso habitual empujados por la voz de Osinaga.
El EP inicia entonces su descenso para deleitarse durante los dos últimos minutos en el hiriente chelo de Maite y la desnuda guitarra que pone punto y final a un trabajo que, a pesar de ser un corta duración, se convierte por méritos propios en un disco imprescindible en la evolución del grupo guipuzcoano.
Uff, recuerdo la primera vez que vi actuar a Lisabo. Fue a finales de 2000, presentando en disco "Ezarian"... Tocaron con Anari y con DUT en la sala Jam de Bergara. Primero salió Anari, y bien. Pero, nosotros íbamos a ver a los DUT... Lisabö salieron los segundos y, fue tan sorpresa, que durante el acto final de DUT aun estabamos en estado shock. Yo nunca había visto dos baterías sonando a la vez. Fue la ostia... Recuerdo a Aida Torres aporreando una enorme chapa de metal y a Txap pegando gritos en plan chaman... ¡¡Inolvidable!!
ResponderEliminarLa,verdad es que son la oxtia,si te dejas atrapar en su atmósfera,flipas....alucinantes!
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