Lo podeis ver aqui http://vimeo.com/79650379
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Un bajo de dos cuerdas tocado con slide. Dos saxos barítonos soplados al unísono por la misma persona y un baterista border al que hoy cuesta no confundir con un indigente. Low rock o Fuck rock, así le gustaba definir a Mark Sandman el sonido atípico, denso y oscuro de Morphine, una banda sin guitarras. Casi una herejía. Una infancia tranquila en el seno de una familia trabajadora de Massachusetts, que de pronto fue sacudida por la trágica muerte de dos de sus hermanos menores por distintas enfermedades y con menos de dos años de diferencia. A pesar de ser el mayor de cuatro hermanos, ya de pequeño Mark sentía que las reglas no estaban hechas para él y que no había motivo para obedecerlas. Al terminar el secundario y todavía shockeados por el dolor de las pérdidas, sus padres tratan en vano de encausarlo planteándole tres opciones: trabajar, estudiar o irse. Y así fue que en medio de la peor tormenta invernal, Mark cerró la puerta de su hogar para no volver en siete años. Emprendió un viaje que lo llevaría de Alaska a Machu Pichu y durante todo este tiempo su familia solo supo de él a través de las postales que enviaba, hasta que se enfermó en Brasil y tuvo que regresar completamente decidido a dedicarse de lleno a la música. Casi con treinta años cumplidos forma Treat Her Right su primer proyecto serio. Con una particular re-interpretación del blues cosecharon buenas críticas de la prensa y se hicieron un nombre en la escena under de Boston antes de separarse y diluirse en la nada. Inmediatamente forma Morphine motivado por la simple necesidad de compartir banda con el saxofonista Dana Colley a quien admiraba profundamente. Y entonces vino el despegue. Lo originalidad de la propuesta, por sonoridad y obviamente por el talento magnético de Mark llamaron rápidamente la atención de un público ávido de nuevas experiencias musicales alrededor del mundo. Mark fué un tipo que nunca dejo filtrar su vida personal por los resquicios amarillistas de la industria. Reservado, parco, tímido, cortante para algunos. Cure for Pain corre levemente el velo de misterio sobre su personalidad nutrido con testimonios de familiares, novias, amigos y colegas que lo admiraban profundamente como Les Claypool, Josh Homme, Ben Harper, o Chris Ballew cantante de The presidents of United States of America, que aporta el único dato toxico a la cuestión: “Fumaba una yerba sencillamente alucinante. Yo le daba dos caladas y quedaba psicótico por seis horas. El se fumaba doce porros por día. Pero no era autodestructivo en lo absoluto, estaba recableado para funcionar así y explorar de esa manera su lado creativo y hacer del mundo un lugar un poco mas brillante”. Mark Sandman murió sobre el escenario el 3 de julio de 1999 frente a cinco mil incrédulos espectadores en un festival cerca de Roma. Al finalizar Súper Sex, el cuarto tema de lista, simplemente se desplomó sobre su espalda y no hubo forma de reanimarlo. Su corazón dijo hasta acá llegué. La familia Sandman enterraba otro hijo. En el rock, nacía un nuevo mito. Donde es el ritual? Y dime dónde, dónde está el sabor? ¿ Dónde está el sacrificio? Y dime dónde, dónde está la fe? Algún día habrá una cura para el dolor Ese es el día que yo lanzo mi drogas de distancia Cuando se encuentre una cura para el dolor ¿ Dónde está la cueva donde la mujer sabia se fue? Y dime dónde, dónde está todo ese dinero que gasté? Propongo un brindis Para mi auto control Usted ve que crawlin' indefenso en el suelo Algún día habrá una cura para el dolor Ese es el día que yo lanzo mi drogas de distancia Cuando se encuentre una cura para el dolor Encontrar una cura para Encontrar una cura para el dolor
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